ATIENZA:
FAROLES PARA UN ROSARIO
EL ROSARIO
DE FAROLES DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES
Tomás Gismera Velasco
El presente trabajo es complemento al
titulado: “La Virgen de los Dolores de Atienza, y su Rosario de Faroles”,
publicado en la revista: Cuadernos de Etnología de Guadalajara, núm. 37, 2005,
de la Institución Provincial de Cultura Marqués de Santillana, de la Excma.
Diputación Provincial de Guadalajara; complementando aquél en cuanto al llamado
“Rosario de Faroles”, subsanando errores incluidos en aquel al no poder
disponer de las suficientes fuentes de investigación, y teniendo el presente
por definitivo.
EL ROSARIO DE CRISTAL. UNA
NUEVA MODA.
Tomo prestadas unas líneas de
Blanca Isasi Isasmendi, investigadora al igual que lo hemos sido otras
personas, en torno a los rosarios de cristal, o los rosarios de faroles,
puestos en moda en una gran parte de España en el último tercio del siglo XIX: El rezo del rosario, como lo entendemos hoy no puede documentarse antes
del siglo XII…
Eso, en lo que se refiere al
rezo, en privado, iglesia o casa. Sin embargo, en el siglo XVII comenzó a
popularizarse otro tipo de rezo del rosario, el procesional. De lo que nos
llegó, al menos durante la etapa franquista, el rezo del rosario de la aurora,
que muchas de las personas mayores de cincuenta años, recordarán.
Desfiles procesionales en
rezo del rosario que solían acompañarse, dado las horas, últimas de la tarde y
principios de la noche, o últimas de la noche y principios de la mañana, con
velas, antorchas o linternas que, avanzado el tiempo, comenzarían a convertirse
en faroles con vidrieras de cristal coloreado, hasta llegar a hacer de ellos
auténticas obras de arte.
Estas obras de arte, los
rosarios de faroles de cristal, como fueron conocidos, y lo continúan siendo,
se popularizaron, ante todo, en Aragón, de donde pasaron a otros lugares.
Zaragoza fue uno de los ejes para la popularización de este tipo de obras, al
tiempo que tendrá la dicha de llegar a construir uno, quizá el mayor y más
artístico de los conocidos en España al día de hoy, comenzado a trazar a fines
del siglo XIX.
¿Quiénes encargaban o
costeaban estas obras? Evidentemente nos encontramos ante un icono religioso
popular, es por ello que, al igual que otros iconos, sean imágenes
procesionales u ornamentos extraordinarios para iglesias o capillas, quienes
encargan o costean estas obras no son otros que las cofradías, las hermandades,
los municipios por suscripción popular o aquellas personas que, alcanzado un
notorio nivel económico y elevado estatus social lo quieren demostrar de alguna
manera exclusiva, o agradecer, mediante el obsequio de semejante y permanente
presente, una promesa a la iglesia, el patrón, la patrona, etc…
Es nuestro caso.
EL ROSARIO DE FAROLES DE
ATIENZA
A través de los distintos
trabajos publicados en diferentes medios, a pocos lectores se les puede escapar
el ya conocido detalle de que fue el atencino Bruno Pascual Ruilópez quien
regaló a Atienza, o mejor dicho, a la patrona de Atienza, la Virgen de los
Dolores, una de esas obras exclusivas: El Rosario de Cristal, o de Faroles, que
a través del tiempo, y tras diferentes pasos por el taller de reparaciones, ha
llegado a nuestros días.