SOBRE LA RECONSTRUCCION DEL CASTILLO DE JADRAQUE.
Loable y digna de todo elogio como
alcarreño, me merece la postura del municipio de Jadraque, encabezada por su
alcalde como representante del municipio, en todo lo que atañe a la
restauración de uno de los monumentos más emblemáticos de la provincia, y mi
deseo, como el de cualquiera de los hijos de Guadalajara, no podría ser otro
que el de que ese ejemplo sea seguido por otros muchos de nuestros pueblos,
respetando la memoria de cuantos nos precedieron en el mismo afán.
Hace pocos días que salió la noticia de la
inminente restauración del castillo, aparecida en Nueva Alcarria a través del
alcalde sr. Marina, y solo me cabe darle mi más sincera enhorabuena por el
logro obtenido. En el número correspondiente al 6 de septiembre, suplemento de
fiestas, insistiendo en ello, se hace resumen de los pasos dados en torno a la reconstrucción a través del
tiempo, dando la impresión de que salvo las fechas indicadas entre 1959 y 1964,
nadie se interesó por el castillo y lo resulto es obra de contadas personas que
trabajan en ese afán desde 1982, y creo sea de justicia hacer una breve
semblanza.
Tras la compra por el municipio comenzaron
los trámites de reconstrucción en los que intervinieron entre otras muchas
personas, el entonces Cronista Provincial don Juan-Catalina García López, el
diputado provincial don Félix Serrano Sanz y sucuñado don Félix Layna Brihuega,
que trató de interesar a un antiguo amigo, José Ortega y Munilla, padre de José
Ortega y Gasset, residentes en varias épocas en Jadraque, desgraciadamente la
situación española, pendiente de otros quehaceres no pudo atender a éste.
En 1925, nombrado Cronista Provincial don
Manuel Serrano Sanz, se trató ante la autoridad nacional, encabezada por el
Conde de Romanones, la posibilidad al menos de fortalecer las ruinas. La
dimisión como Cronista ante la entonces poca habilidad de la Diputación, del
Sr. Serrano Sanz, los años siguientes carentes de representatividad en cuanto a
defensa de monumentos provinciales, salvo las muestras del entonces secretario
de la Comisión Provincial de Monumentos, Luis Cordavias, de Francisco Layna
Serrano, y de nadie más, sin conseguir nada, lo intentaron.
Llegó la República, guerra y postguerra, en
la que desde 1934 Francisco Layna Serrano era Cronista Provincial con muchas
fijaciones en cuanto a los monumentos provinciales, y por supuesto entre ellos
Jadraque, en su cementerio reposan los restos de su hermano Leonardo Layna
Serrano y en el municipio otros muchos recuerdos. La "cabezonería de
Layna" estuvo a punto de conseguir que la caravana oficial que llevó al
Jefe del Estado a Sigüenza variase rumbo y volviese por Jadraque, se opusieron
demasiadas personas, sin embargo el Sr. Layna consiguió algunas adhesiones, la
del ministro de Cultura don Jesús Ibañez Martín y la del Director General de
Bellas Artes, don Juan de Contreras, además de la del ya famoso José Antonio
Ochaíta García, entonces una "estrella" de los teatros madrileños,
por sus obras de teatro.
Para entonces era ya alcalde don Mariano
Ormad Ferrer, quien se unió incondicionalmente a todas las proposiciones de los
Srs. Layna y Ochaíta, que retomaron su empeño a espaldas de autoridades.
Mediada la década de 1950 se trazó un nuevo plan surgido en la casa del marqués
de Santo Floro, en el Arquillo de Santa María de Sigüenza,
"oficializado" tiempo después, intervinientes, José Antonio Ochaíta,
César González Ruano, Federico Carlos Saínz de Robles, Vázquez Díaz, Layna,
etc.., de aquí surge la nueva iniciativa de restauración, pero quiere la
desgracia que el otoño-invierno de 1958-59 resulte extremadamente lluvioso, se
produzca un corrimiento de terrenos y se derrumbre una parte de muro y torre
del castillo. Como se requieren urgentes trabajos de consolidación es el propio
Layna Serrano quien acude al despacho de don Gratiniano Nieto Gallo, entonces
Director General de Bellas Artes, no siendo recibido. El 14 de junio de 1959,
en el recinto del Castillo, tiene lugar, ideado por Ochaíta y Layna, el
"Homenaje Nacional al Cardenal Mendoza". Se busca atención nacional y
se consigue, días después en el domicilio del Sr. Layna se reúnen Ochaíta y
Ormad Ferrer, de donde sale la manera de interesar al municipio, hasta entonces
demasiado "frío". De esa reunión sale el proyecto a presentar a
Bellas Artes, que la institución aporte dinero y Jadraque la mano de obra. Tras
nueva reunión del Sr. Layna con Gratiniano Nieto, se consiguen 50.000 pesetas,
insuficientes, pero las primeras, que se han de unir, según lo acordado a las
reunidas en cuestación dentro del municipio, cuestación que abre el Sr. Layna
con 500 pesetas, el 13 de mayo de 1961. Se crea la "Comisión Pro
Recosntrucción", inbtegrada por los hermanos José Antonio y Luis Ochaíta
García, Antonio Navarro Santafé, Carlos de Saint-Germain y Marino Ormad, la
respuesta del municipio sigue siendo prácticamente nula.
José Antonio Ochaíta llega a Jadraque con
sus famosos compañeros compositores, Xandro Valerio y Juanito Solano. Agustín
de Figueroa, desde su columna de ABC, insiste en la necesidad de obras y dinero
para Jadraque, Rafaél de León, Amparo Rivelles y muchas personas más
pertenecientes al círculo íntimo de Ochaíta aportan su grano de arena, Natalia
Figueroa, aún no casada con "Raphael", es elegida
"Alcaidesa" swl Castillo y la esposa del Jefe del Estado
"Madrina" de la reconstrucción, en audiencia que tiene lugar el 30 de
mayo de 1961 a la que acuden Ormad Ferrer, Ochaíta, Layna, Agustín de Figueroa
y Angel Montero Herreros, Presidente de la Casa de Guadalajara en Madrid, que
participa organizando un festival benéfico en el Teatro Español de Madrid.
Entre las personas citadas y la aportación
de Jadraque se reúnen 20.000 pesetas que añadir a las 50.000 de Bellas Artes.
En agosto de 1962, tratando de interesar al pueblo, la Junta organiza una gran
verbena, se recaudan unas pocas pesetas, aunque asisten gran número de
personalidades, no obstante se consigue algo, la aportación por parte del
municipio de la mano de obra en turnos de ocho o diez hombres, que trabajan
desinteresadamente en las tardes de los sábados y las mañanas de los domingos.
La Junta, conforme con el municipio y
autoridades provinciales acordó reconstruir y consolidar muros y torres
exteriores, que se hizo, y que los visitantes futuros imaginasen como había
sido su interior a través de una maqueta de Antonio Navarro Santafé.
Por éstos desvelos se pidión y consiguió el
1 de abril de 1963, que Mariano Ormad Ferrer, como alcalde, recibiese la Medala
al Mérito Civil. Otras personas, José Antonio Ochaíta, su hermano Luis, sus
tios Eva Cervantes y Mariano García Agustín, Carlos de Saint-Germin, Francisco
Layna o Agustin de Figueroa, rechazaron títulos y honores, aunque siguieron en
sus trece hasta el día de su muerte, como Julián Gil Montero, Antonio García
Herreros, Paco Cortijo Ayuso, Rafael Duyós y muchos más, interesando a otros,
Salvador Embib Villaverde, Luis Monje Ciruelo, Salvador Toquero Cortés y tantos
y tantos más que arrimaron hombro y bolsillo.
Loable, repito, el logro actual, pero no
olvidemos a quienes trataron lo mismo en épocas más duras. A Dios lo que es de
Dios y al César lo que es del César.
TOMÁS
GISMERA VELASCO