UNA ESTELA FUNERARIA EN NARRILLOS DEL
ALAMO (AVILA)
Boletín de Estelas
Narrillos del Álamo es una pequeña población
situada en el confín de la provincia de Ávila,
Rayana con la de Salamanca, en las inmediaciones del valle del Corneja y
la comarca de la Serrezuela.
Sus orígenes como población se sitúan en la
época de la Reconquista, cuando fue repoblado por gentes originarias del país
vasco-navarro, al igual que lo fueron las poblaciones vecinas, Gallegos de
Solmirón (en este caso repoblado por gentes llegadas de Galicia), Ventosa de la
Cuesta o de la Serrezuela (repoblada por gentes llegadas del Bierzo leonés), o
su anejo Mercadillo, repoblado igualmente con vasco-navarros.
Son pocos los rastros medievales que se
conservan en estos municipios en torno a sus orígenes, si bien la arquitectura
románica de sus iglesias sitúan sus orígenes en aquellos remotos tiempos. Con
anterioridad a la Reconquista la comarca estuvo poblada por tribus vetonas, e
incluso quedan algunos rastros del pasado de dominación romana, en forma de
miliarios que hubieron de señalar algunos tramos de la conocida y cercana Ruta
de la Plata; dos de estos, si bien desgastados por el paso del tiempo, pueden
observarse en la población, habiendo sido estudiados y catalogados por la
arqueóloga María del Rosario Hernández Sobrino.
Recientemente, y con ocasión de los trabajos
indagatorios para dar a la imprenta lo que se ha convertido en la historia de
Narrillos del Álamo, “Narrillos del Álamo, una mirada atrás”, fue estudiada por
el autor de este trabajo, y de dicha obra, una de las cruces situada en el
frontal de la casa documentada como más antigua de la población y que
perteneció, al menos desde finales del siglo XVI a la Cofradía de la Vera Cruz
o de la Sangre de Cristo de la población, fundada a mediados de ese siglo, y
reformada en el siguiente, en 1645, cuyos actas fundacionales se encuentran en
el Archivo Diocesano de Ávila, transcritas en la obra citada, siendo tal vez
una de las más antiguas de la provincia de Ávila, al tiempo que más curiosas
por su contenido etnográfico, tratándose de una cofradía de penitentes, que
posteriormente, en el siglo XVIII, se refundió con la Cofradía del Señor y la
Fundación de las Misas de Minervas, existentes en la población. Fundación
llevada a cabo por el entonces Fiel de Fechos del Concejo, natural de
Narrillos, y su esposa, nacida en el anejo de Mercadillo.
Difícil de situar en el tiempo, encontramos
en su fachada principal, sobre la puerta de acceso, una cruz basta, de cuatro
brazos, tallada en granito, que si bien en un principio pudo parecernos
representativa de la citada cofradía, estudios posteriores nos han demostrado
que se trata de una estela funeraria discoidal, de cruz patada, separada del vástago
primitivo, cuyos orígenes bien pudiéramos situar en fechas anteriores al siglo
XIII. Nadie en la población mantiene memoria sobre dicha estela, en la
actualidad, y desde mediados del siglo XIX, dentro de una propiedad particular
cercada de alto muro, lo que la oculta a la visión, si bien, y desde al menos
tres o cuatro generaciones de sus actuales propietarios, fue conocida,
desconociendo sus orígenes, como “la cruz de los templarios”.
Tomás
Gismera Velasco