LOS EFECTOS DEL TERREMOTO DE LISBOA DE
1755 EN LA COMARCA DE ATIENZA
El terremoto conocido como de Lisboa
Este terremoto se consideró como el más
destructivo que ha azotado la Península hasta esa fecha. Se produjeron varios
temblores a las 9h:50 min, 10h y 12h del día 1 de noviembre de 1755, día de
Todos los Santos. Este violento temblor tuvo su epicentro en la falla
Azores-Gibraltar, a 37ºN y 10º0. Afectó duramente Portugal y el sur de España
(VIII), (ver mapa de isosistas). Su duración fue de 120 segundos y se alcanzó
una intensidad máxima de X. Sus efectos fueron desastrosos y aparte del
terremoto en sí, que destruyó la mayoría de los edificios en Lisboa, se produjo
un devastador incendio que arrasó Lisboa y un tsunami que azotó las costas
portuguesas y zona del golfo de Cádiz.
En Lisboa, se contabilizaron 50.000 víctimas
mortales de una población estimada en 235.000 personas.
En España, se produjeron cuantiosos daños.
En Sevilla, se destruyó el 6,5 % de las viviendas y dañó el 89%. La Giralda se
vio muy afectada, y se produjeron 9 víctimas. En Madrid, se alcanzó una intensidad de V
y, aparte de algunos daños, cayó una cruz del Colegio Imperial y otra de la
fachada del Buen Suceso, ocasionando la muerte de dos niños.
Cabe destacar el hecho de que hasta fecha
relativamente reciente, la historiografía ha ignorado la encuesta e informe
formados a instancias del Ministerio de Estado de Fernando VI, Ricardo Wall,
que se conservan en el Archivo Histórico Nacional (documentos números 1 y 2
relacionados en el apartado de Referencias, al final de este trabajo).
Atienza
21
de noviembre de 1755
El
Alcalde mayor,
Señor:
Con la atención y respeto que corresponde a
mi obediencia, recibí por correo inmediato la carta Orden de V. I. en que me
previene informe de los efectos que en esta población causó el temblor de
tierra el día primero del corriente y, ejecutándolo precedido [de] los más
ciertos y verídicos informes que he tomado de las personas más advertidas, así
eclesiásticas como seculares de esta villa, digo:
Que dicho día primero, como a las diez de su
mañana, con corta diferencia, principió en ella dicho terremoto, el que duró de
6 a 8 minutos, causando un universal temblor y movimiento de todos los
edificios de Iglesias, conventos y casas, tanto que, por hallarse el mayor
número de gentes en las parroquias para oír la misa mayor, por darse principio
a aquella hora, las desampararon, huyendo con aceleración en la creencia de que
venían a tierra, hasta que, reconociendo sucedía lo mismo en las casas y aún en
la muralla que cerca esta villa, y que por bajo de tierra se oía un ruidosos
estruendo, se vino en conocimiento de ser dicho temblor, el que, aunque es
cierto derribó uno de los remates de piedra de la Iglesia de la Santísima
Trinidad como de peso de 16 arrobas, y dos de la de San Bartolomé, no
ocasionaron más ruinas ni perjuicios que haber dado el uno de los dos últimos
en el tejado de la sacristía, quebrantando el maderaje y bóveda de dicha
oficina, y en el convento de San Francisco, extramuros de esta villa, ha abierto
bastantemente por donde antes estaba algo la Capilla mayor donde se veneran
algunas de las Santas Espinas de Nuestro Señor Jesucristo, y la escalera
principal para subir desde la sacristía al altar mayor, claustro y coro, sin
que tampoco haya resultado muerte, ni herida alguna en personas ni animales.
Ni previsto señales antes ni después de
dicho terremoto que lo anunciasen.
Que es cuanto sobre el particular dicho
puedo informar a V. I. de quien quedo con el más rendido afecto, pidiendo
a Dios que dilate su vida los muchos años que puede.
Atienza,
21 de Noviembre de 1755
Ilustrísimo
Señor:
Besa
la mano de V. S. I. su más afectísimo y rendido servidor,
Don
Joseph Alvarez y Torres
Jadraque
Xadraque,
16 noviembre 1755
El
Alcalde mayor.
Que
no ocurrió novedad especial en el temblor de tierra.
Ilustrísimo
Señor:
La de V. S. I. recibí, de ocho de el que
rige y, hecho cargo de lo que me ordena, en asunto a la novedad acaecida en su
primero día, informado de varias personas, así eclesiásticas como seculares,
resulta:
Que dicho día, entre nueve y diez horas de
su mañana, percibieron muchas de ellas, temblar en sus propias casas, con
movimiento de sus aparatos domésticos, de forma que, parando sus
consideraciones por entonces en otra cosa que la de el viento (por hacerle
grande) habiendo hecho perceptible a tantos, se conoció por caso
extraordinario, sucediendo al mismo tiempo experimentar muchas gentes
insubsistencia y flaqueza de cabeza, y aún en los mismos templos donde se
hallaban, con el motivo de la asistencia a misa y Oficios populares,
manifestando parecerles se desvolvían o trastornaban, percibiendo un ruido más
que de rodadas de coche; sucediendo lo mismo, y a la misma hora, en algunos
lugares de esta cercanía, sin que por estos haya resultado muerte ni
desgracia alguna en personas ni animales. Sólo sí hallarse las gentes
constituidas en bastante compunción, por los discursos y máquinas que a todos
se propone sobre las causas que pueden estimular a tan extraña novedad.
Y la de haber observado, en algunas partes,
de privación cristalina de las fuentes, en sus aguas, por algún tiempo.
Sin que antes de este suceso se haya
advertido señal por la cual las personas de reflexión y experiencia pudiesen
inferir resultas graves.
Esto
es todo cuanto puedo informar a V. S. I., cuya importante persona, pido a Dios
guarde muchos años.
Xadraque,
y noviembre 16 de 1755
Ilustrísimo
Señor:
Puesto
a los pies de V. S. I. corresponde e informa,
Joseph
Ortega de Castro
Sigüenza
Sigüenza,
15 noviembre 1755
El
Alcalde ordinario.
Da
cuenta de lo ocurrido con el terremoto, en cumplimiento de la Orden que a este
fin se le comunicó.
Ilustrísimo
Señor:
Señor:
En cumplimiento del Orden de V. S. I., de 8
de este mes, debo hacer presente:
Que el día primero de este mismo mes, a la
hora de las diez y cuarto, con muy corta diferencia, estando celebrando en la
Santa Iglesia Catedral el Santo Sacrificio de la misa, con la solemnidad que
acostumbra, y ocupado el coro, con la asistencia del Ilustrísimo Señor
Obispo y su Cabildo, y en el cuerpo de la Iglesia mucha parte del pueblo, a
tiempo que se estaba cantando la epístola, se vio generalmente un movimiento en
la fábrica de la Santa Iglesia, y en las rejas del coro, y Capilla mayor, moviéndose
al mismo tiempo con vaivenes las Imágenes que estaban colocadas sobre las
mismas rejas, cuyo movimiento alteró a todos los que estaban en la Iglesia, y
obligó a el Ilustrísimo y su Cabildo a desamparar el coro y el Preste y sus
asistente, retirándose todos a la sacristía, sin haber hecho juicio
particular del inopinado movimiento, el que duró tres o cuatro minutos, y cesó,
sin haber sucedido ruina, ni desgracia alguna en edificio, ni personas.
Y animando el Ilustrísimo Obispo al coro, y
pueblo, con exhortaciones devotas, se pudo celebrar el Santo Sacrificio en la
capilla que llaman de las reliquias, en la misma sacristía.
También se notó movimiento en las torres,
sin que haya hecho quiebra alguna, que hasta ahora se haya advertido. Nota: Muchos
años más tarde (1852), una noticia nos informa de que la Torre del Santísimo
"de resultas de un terremoto quedó algo desnivelada y torcida, habiendo
tenido necesidad de ponerla unos fuertes cruceros de hierro que la atraviesan y
dan toda la seguridad que debió perder entonces" [4]
Los conventos y la Iglesia de Nuestra Señora
de los Huertos, sintieron movimiento, y en esta Iglesia de los Huertos fue con
mayor exceso, porque cayeron algunas piedras pequeñas y se llenó de polvo.
En el Palacio Episcopal también sintieron
movimiento algunos domésticos, que estaban en él, pues la principal familia
estaban en la Catedral acompañando a Su Ilustrísima.
En la población de la ciudad fue muy leve el
movimiento, que, en muchas casas, no le sintieron y en otras, aunque
advirtieron que los movían de su sitio, no llegaron a conocer de qué dimanaba y
lo atribuyeron a que les daba algún vahído, hasta que fueron oyendo lo que
había pasado en la Santa Iglesia.
También notaron muchas personas, que se
hallaban cercanas a la Iglesia, que se movieron las torres de ella.
Y después se vio que, por espacio de algunas
horas, salía el agua de las fuentes muy turbia, y que creció su corriente, lo
cual duró pocas horas.
Sin que se haya notado antecedente para el
terremoto, ni otra cosa especial más de lo que aquí llevo expresado. Y en
hacimiento de gracias de tan singular beneficio, determinaron el Ilustrísimo y
su Cabildo, que al día siguiente se cantase el Te Deum, con la mayor
solemnidad, y que se celebrase el Santo Sacrificio de la misa, teniendo
descubierto el Santísimo en la capilla y altar de Nuestra Señora la Mayor, lo
que se practicó con asistencia de S. I., el venerable Cabildo, el resto del
clero y el pueblo.
Esto es lo que en este particular puedo
hacer presente a V. I., sin que haya acaecido desgracia alguna en edificios,
personas ni animales.
Dios
Nuestro Señor guarde a V. I. muchos años.
Sigüenza
y noviembre 15 de 1755 años
Ilustrísimo
Señor:
Besa
la mano de V.I. su mayor servidor,
Don
Thimoteo Talión y Salcedo
Eco
del terremoto en una carta conservada en la Catedral
En el Archivo Catedral de Sigüenza se
conserva un fragmento de carta [5] fechada un día 2 (sin precisar mes ni año,
pero noviembre 1755) en la que unos delegados, envueltos en un litigio no
precisado con la villa de Atienza, hacen referencia a la noticia del día:
El
Señor Prior llegó aier y oi le hemos visto bueno, y libre del terremoto, que
experimentó en Aillón, y aquí fue un día de Juicio porque duró ocho minutos desde
las diez de la mañana en que sucedió. Lo mismo sucedió en el Escorial de donde
el Rey huió aquel día, sin más carruage que un tiro y el día 2 temiendo
repitiese a las 24 horas se acampó en una tienda de Campaña en los Jardines del
Retiro. Muertes sólo huvo las de dos niños, que mató una cruz de piedra,
al caer de la fachada del Buen Suceso. Las gentes desampararon las casas ....
(el documento se interrumpe aquí)
Una
noticia muy tardía sobre los daños en la catedral de Sigüenza
De
una breve noticia periodística de 1852 tenemos la noticia de antiguos daños
ocasionados por un terremoto, muy posiblemente el conocido como de Lisboa:
La
torre llamada del Santísimo, que se ve en la lámina a la derecha de la Puerta
del Mercado, tiene de elevación 186 pies; de resultas de un terremoto quedó
algo desnivelada y torcida, habiendo tenido necesidad de ponerla unos fuertes
cruceros de hierro que la atraviesan y dan toda la seguridad que debió perder
entonces... [6]
Referencias
[1]
Noticias de los estragos que causó el terremoto del 1 de noviembre en toda la
Península: datos allegados por orden de Ricardo Wall, ministro de Fernando VI,
para que la Real Academia de la Historia escribiese una relación que redactó
Don Agustín de Montiano y Liupando. Archivo Histórico Nacional, Sección de
Estado, legajo 3173. Copia depositada en la Biblioteca de la Real Academia de
la Historia Sign., 11-1-5/8309.
[2]
José Manuel Martínez Solares, Los efectos en España del terremoto de Lisboa,
Publicaciones Instituto Geográfico Nacional, Madrid 2001
[4]
"La Catedral de Sigüenza" por Francisco García Somolinos en el
Semanario Pintoresco Español, nº 21, 23 de mayo 1852, pag. 163
[5]
Legajo 867. Archivo Catedral de Sigüenza
[6]
Francisco García Somolinos, "La Catedral de Sigüenza" en el Semanario
Pintoresco Español, nº 21 al 23 de mayo 1852, pag. 163