Tomás Gismera Velasco
Nos cuenta, en torno a Alejandro Miguel Ruiz de Tejada, la Ilustración
Española y Americana, con motivo de la obtención de una de becas pensionadas
del Ministerio de Fomento, en 1883:
“Nació en Hiendelaencina (Guadalajara), dando principio al estudio de
solfeo en mayo de 1876, y en septiembre del mismo año pudo matricularse en la
Escuela Nacional de Música y Declamación, previo examen de ingreso, en primer
curso de violonchelo y tercero de solfeo, y en los exámenes y concursos que se
celebraron en junio siguiente obtuvo el primer premio en esta última asignatura
y nota de sobresaliente en aquella; en los seis años sucesivos ha completado
los ocho cursos reglamentarios de la enseñanza de violoncello, ganando por
unanimidad iguales notas y primeros premios, no obstante haber simultaneado
tres cursos de Armonía y tres de Composición; en las oposiciones celebradas en
julio último ha merecido también la propuesta unánime del tribunal y la
concesión de la gracia”.
Efectivamente, Alejandro Miguel Ruiz de Tejada nació en Hiendelaencina
en 1864, y de Hiendelaencina salió para recorrer el mundo.
Recorrió España, y parte de Europa, dando conciertos de violoncello, adquiriendo
fama nacional, obteniendo inmejorables críticas, siendo una de las primeras la
que obtuvo tras uno de sus conciertos en Granada:
“Precedido de justa fama había llegado su nombre hasta nosotros, pero
las realidades superaron a todas las esperanzas cuando tuvimos el gusto de
escucharle… Alguna vez, muy pocas, habíamos oído el violoncello bien tocado,
mejor nunca.”
En 1884 ganó la oposición para el estudio de su especialidad en el
Conservatorio de París, donde obtuvo el primer premio. Siguió igualmente
estudios en Lieja y en Viena, y actuó en Alemania, Austria e Inglaterra al lado
de los grandes maestros de la época, siendo reconocido en España con la Cruz de
Isabel La Católica.
Contrato matrimonio con la granadina María Ana de Toledo y Fernández de
Prada, de cuyo enlace nacieron cuatro hijos.
Se retiró de la vida como concertista en la década de 1890, regresando
esporádicamente para dar algún señalado concierto, en homenajes y actos de
caridad, siendo el último el dedicado a Federico Chopin en el Círculo de Bellas
Artes de Madrid el 30 de noviembre de 1926.
Compaginó sus conciertos y estudios musicales con los estudios
administrativos y jurídicos licenciándose en la Facultad de Derecho de la
Universidad Central de Madrid como abogado e ingresando en el ministerio de
Hacienda donde desempeñó diversos altos puestos, llegando a ser Delegado en las
provincias de Granada, Almería y Segovia, además de Tesorero de la casa de la
Moneda, hasta alcanzar el puesto de Vocal del Tribunal Económico Administrativo
Central, desde donde pasó a ser Magistrado del Tribunal Supremo, cargo para el
que fue nombrado en el mes de abril de 1931, tras la proclamación de la
República, y en el que se jubiló en 1934.
Falleció en Madrid el 9 de mayo de 1940, siendo enterrado en el
cementerio de San Isidro de Madrid y la conducción del cadáver desde su
domicilio, en el Paseo de Recoletos a la Sacramental, fue seguido por un
numeroso público que todavía lo recordaba con admiración.
Atienza d los Juglares/Enero 2015