EDUARDO CONTRERAS DE DIEGO
EL HOMBRE QUE SOÑÓ CON JADRAQUE
Pasa inadvertida en Jadraque una sencilla sepultura en la parte vieja del cementerio. Con lápida de granito. El pie de la cabecera indica la propiedad familiar de la misma. Sobre la lápida una sencilla inscripción: “Familia Contreras-Sepúlveda”.
Nada hay en Jadraque que recuerde el paso del hombre que ocupó en ese suelo el segundo lugar. La sepultura la estrenó su mujer, fallecida veintiocho años antes que él. A pesar de que son muchos los recuerdos que hacen mención al paso por Jadraque de su padre, Bibiano Contreras y Rata. No hay razón para ese silencio. O tal vez si, el deseo de Eduardo de dejar para la posteridad de la memoria de los tiempos, más que el recuerdo de su persona, el de sus hechos.