¡Alucina vecina! Que dirían por ahí, ante el
incontable número de museos que se nos vienen abriendo por los cuatro puntos
cardinales de nuestra querida España. Nos faltan, en estos días que se avecinan
de sosiego, panchada al sol vuelta y vuelta, o paseo refrescante bajo los
olmedales de nuestros pueblos… nos faltan y faltarán, días para verlos todos.
Ya tenemos un día al año dedicado a los
museos, ese día se entra gratis en la inmensa mayoría de ellos y suele ser el
día que más visitantes tienen, y es que, lo que es gratis, es doblemente
apreciado, por lo gratuito y lo majo que está por dentro, que muchos, hasta ese
día, no se dieron cuenta.
Claro que tenemos que tener museos, y
apreciarlos y conservarlos y visitarlos, pero es que a veces se confunden los
cánones y una colección de cajitas de cerillas puestas en orden en una
habitación la llamamos “El Museo de las Cajitas de Cerillas”, del mismo modo
que tenemos el del Ratoncito Pérez, el de los casos curiosos del profesor no se
cuantos, el de coches de no se qué… Más de cien en Madrid, y por cercanía, en
la provincia de Guadalajara, estoy seguro de que estos se superan.
Desde luego que toda la provincia es un
museo, y no es porque yo naciese en ella, aunque la tierra tire más a la
soriana, que está en la raya. Y en esa raya hay también mucho museo, y más que
habrá.
Pues hoy, por despedir el mes y poner algo
en este rincón del Internet que es también museo de patochadas, os animo, y
recomiendo, visitar a lo largo de estos días que vienen todos los museos que
podáis, el de Albendiego, Casillas, Bochones, Cantalojas, Galve, Condemios,
Campisábalos, Ujados, Hijes, Miedes, Cercadillo, Cincovillas…. todos los
museos, puesto que lo son, que conforman los pueblos de la Serranía de Atienza,
que admiréis sus construcciones, habléis con sus gentes, os entusiasméis con
sus paisajes y… si os queda tiempo, entréis en esos verdaderos museos que
tenemos en Atienza, San Gil, San Bartolomé, La Trinidad…
Eso sí que son museos de los de verdad, los
de nuestros pueblos y lo que nuestras gentes nos legaron…
Pues eso… Si quieres alucinar: LA SERRANIA
DE ATIENZA, y nada más, y lo de la arena de la playa déjalo para otro día, que
el sol perjudica seriamente la salud.
Tomás Gismera
Velasco