VIAJE A CASASANA, UN PUEBLO CON HISTORIA LITERARIA
La población fue protagonista de las páginas del “Viaje a la Alcarria”, de Cela
A Casasana llegó Camilo José Cela, en el mes de junio de 1946 desde Pareja, a visitar la villa y saludar a Fabián Gabarda, para quien le habían dado recuerdos en Durón.
Lo hizo a través de del atajo de Roblegila y, como dura pendiente que era, le costó poco menos que un sofoco llegar hasta allí; además, hacía calor. No obstante ello dejó sabrosas páginas en su obra sobre lo que en Casasana encontró, y mantuvo, por algún tiempo, el recuerdo y la amistad de la familia Gabarda, a la que pudo nuevamente saludar cuando, el 7 de octubre de 1972, recorriendo algunos de los pueblos por los que pasó en la anterior ocasión, la Diputación Provincial lo llevó nuevamente en una especie de homenaje al hombre y su obra por algunos de los caminos por los que anduviera. El viaje en esta ocasión sería seguido por algunos escritores e historiadores provinciales que escribieron que, a Casasana, dado el estado de caminos y carreteras, se llega de casualidad.
Y tornó una tercera vez, el 11 de junio de 1985, en lo que fue su Segundo Viaje a la Alcarria; para entonces habían cambiado muchas más cosas de las que encontró en las anteriores visitas: “En Casasana quedan ochenta habitantes, algunos dicen que no son más de cincuenta, que por el verano aumentan, claro; cuando pasó el viajero de la otra vez, en el pueblo cabían cuatrocientas almas. En Casasana hay muchos viejos y pocos niños, no es que falten, lo que pasa es que tampoco sobran…”
Una visita a la escuela
La escuela de Casasana, que Cela visitó por vez primera en aquel mes de junio de 1946, ya existía desde al menos el siglo XVIII, por entonces las clases más elementales, el conocimiento de letras y números, las ofrecía el sacristán, quien en 1752 lo era Diego González, recibiendo como pago por el oficio, tres fanegas de trigo, equivalentes a cuarenta y cinco reales. Cuando Cela la visitó era servida por una maestra a cargo del Ministerio correspondiente, y se encontraba poco menos que en ruinas, al igual que el Ayuntamiento. Debido a su estado sería cerrada pocos años después, levantándose una nueva que sería inaugurada el 1º de noviembre de 1960, mientras el Ayuntamiento continuaría su ruina, hasta su derrumbe total en el mes de diciembre de 1984, para aprobarse su reedificación en el siguiente de mayo. Para entonces Casasana dependía del Ayuntamiento cabecera de Pareja, al que se había unido, pasando a ser pedanía, mediante el decreto 3745/1970; a los de Casasana, a pesar de que el decreto diga que lo hicieron voluntariamente, les costó admitirlo y, por aquellos tiempos, anduvieron disconformes con la actuación del municipio parejano, pues queriendo mejorar su situación encontraron que, en lugar de ello, las cosas fueron a peor. El derrumbe del Ayuntamiento se llevó por delante uno de los primeros relojes de villa que hubo por esta parte, regalo del Excmo. Sr. Conde de los Arcentales, propietario del molino de Tabladillo cuando, de paso por aquí el 24 de abril de 1906, alguien le sugirió que regalase un reloj al pueblo, y lo hizo, compuesto por el relojero de Guadalajara don Benito Sánchez Ortega, que tenía su casa relojera en la calle Mayor Alta núm. 3.
La escuela, como tantas en nuestros pueblos, terminaría cerrándose por falta de criaturas que acudiesen a escuchar las lecciones, cantar las tablas de multiplicar o mostrar a los visitantes, como lo hicieron con el Sr. Cela, el conocimiento de los educandos. Rara era el aula en la que, en estos tiempos, los alumnos desconocían quién descubrió América, o cuales eran las provincias extremeñas.
A Casasana le tocó, durante unos cuantos siglos, pertenecer al obispado y provincia de Cuenca, con Pareja y algunas otras poblaciones lindantes con la raya de aquella que, a partir de 1833, comenzaron a ser guadalajareñas. Algo que, cuando Cela visitó la escuela, no se enseñaba.
Casasana y las brujas de Pareja
Tenemos que remontarnos al siglo XVI para encontrar las primeras referencias históricas en torno a las “Brujas de Pareja”, ya que fue en este siglo cuando ocurrieron los hechos que han pasado a la historia. Brujas rescatadas a través de la obra de Diego de Torres Villarroel, quien las hace figurar en su “Introducion y Juicio General del Año de 1731”. Libro, o Juicio, en el que a modo de almanaque nos irá contando la historia de las Brujas, desde su mirada y pluma, al tiempo que asistimos a las predicciones meteorológicas a lo largo de todo aquel año, dictadas por las propias brujas. Si bien y con anterioridad a Torres Villarroel, el dramaturgo Agustín Moreto (1618-1669) nos las hace presentes en su “San Franco de Sena” en pleno Siglo de Oro, hacia 1650.
A través de esas obras y escritos saldrán a escena “Quiteria de Morillas y Francisca de la Ansorena, las principales protagonistas del drama, y en el mismo Tribunal, juzgadas por diversos delitos y en diferentes fechas, aparecen los nombres de Violante Alonso, Ana la Roa, Teresa López y Juan López”, y, por supuesto, Casasana: “La escena en la que todo el proceso se desarrolla, y las brujas que toman parte y son encausadas en aquel tribunal, pertenecen a Pareja, Sacedón y Córcoles, localidades de la provincia de Guadalajara, situadas entre los actuales pantanos de Entrepeñas y Buendía. Aún se amplía más el conjunto, porque otros lugares próximos a estos, como Auñón, Casasana y Millana, aparecen formando parte de los nombres de procedencia de alguna de las brujas”. Que se completarán con las que, apenas rebasada la raya de la provincia de Soria, aparezcan también en Barahona, literariamente rescatadas a través de la obra de Gabriel Miras; como que las brujas, verdaderas o falsas, han sido siempre atrayente cuestión para la ficción literaria que, por supuesto, bebe en fuentes de la posible realidad.
CASASANA. MEMORIAS PARA UN PUEBLO (pulsando aquí)
El Viaje a la Alcarria
La mayor parte de las gentes que Camilo José Cela conoció en 1946 ya formaban parte de la historia cuando regresó en 1985, como lo hacían las penurias pasadas, los viejos caserones, las paredes arrumbadas del que fue su castillo que, algunos cronistas de la tierra, le dieron el nombre de “castillo de los incorregibles”, sin que de él quedasen otros rastros que la leve referencia habida en las Relaciones Topográficas de Pareja elaboradas en torno a 1570, cuando ya para entonces no era sino ruina, pues se nos decía que no conservaba más que las principales paredes de afuera.
Casasana era, a pesar de todo, un pueblo vivo, con una historia por contar, y que contaron al escritor, a borbotones, como se cuentan las historias que salen del corazón con la sonrisa puesta.
En las tres ocasiones que Cela anduvo por aquí, presente estaría el recuerdo de la familia Gabarda, desde que para Fabián Gabarda le diesen recuerdos en Durón. De Fabián Gabarda supo Camilo José Cela, a través del Cabo 1º de la Guardia civil, D. Braulio Atienza García, que tuvo sus más y menos con la salud y que, finalmente, el 3 de marzo de 1959 pasó a mejor vida; a pesar de que se quedase a vivir eternamente entre las páginas de uno de los libros más seguidos de la historia provincial.
Como que los horizontes alcarreños, serranos o campiñeros, molineses también, de nuestra provincia, siempre tienen historias y gentes que nos hacen recordar la historia de nuestros pueblos, que, a pesar de que las carreteras tarden en alcanzarlos, siempre tienen algo que contarnos, y mientras los recordemos, continuarán estando vivos en nuestra memoria.
Tomás Gismera Velasco/ Guadalajara en la memoria/ Periódico Nueva Alcarria/ Guadalajara, 13 de junio de 2025
CASASANA (Guadalajara) Memorias para un pueblo
CASASANA (Guadalajara) Memorias para un pueblo
CASASANA es, al día de hoy, una población la comarca de la Alcarria, en el antiguo partido judicial de Sacedón; con un proceso demográfico creciente.
El autor, a través de los testimonios escritos a lo largo del tiempo por cronistas e historiadores, en su recorrido por los pueblos de Guadalajara, nos adentra en el ayer de Embid y su castillo; tomando los textos publicados por aquellos, junto a otros que nos hablan de él, para darnos cuenta de la importancia que estas tierras alcanzaron a través de los siglos; acompañando la obra con los textos de aquellos quienes, cada uno en su sentir, opinó en torno a lo que admiraron sus ojos y conocieron en su debido momento.
Puede, en ocasiones, parecernos confuso el discurrir del texto de unos y otros; ha de ser el lector quien, observando y analizando, llegue a la conclusión que las páginas siguientes buscan.
Como parte de la propia obra, el autor nos lleva a conocer, siquiera de manera somera, los acontecimientos históricos del entorno; así como de las costumbres que acompañaron la vida de esta parte de la provincia de Guadalajara; empleando investigaciones y fuentes propias.
Sin duda, las páginas siguientes, como otras anteriormente publicadas, nos acercan a un entorno que siempre merece una atención; una detenida mirada.
CASASANA. MEMORIAS PARA UN PUEBLO (pulsando aquí)
EL LIBRO:
- ASIN : B0DM5XCVH7
- Editorial : Independently published
- Idioma : Español
- Tapa blanda : 177 páginas
- ISBN-13 : 979-8345646625
- Peso del producto : 290 g
- Dimensiones : 13.97 x 1.14 x 21.59 cm
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